M: Simplemente nunca me fui Chichín…
CH: A pesar que te buscaba no te encontraba…
M: Yo tampoco te encontraba a ti…
CH: ¿Qué nos pasó?
M: Hay momentos profundos de sanación y purificación en los que no podemos estar disponibles para los demás, momentos en los que la oscuridad impide el paso de la luz… momentos de transformación donde lo viejo tiene que morir para dar paso a lo nuevo. Es cíclico, luego de la noche amanece, luego de un período de enfermedad llega la sanación, luego de un período de desunión vuelve el entendimiento, luego de la inquietud vuelve la calma, luego de la noche oscura del alma vuelve a salir el sol…
CH: ¿Por qué tardamos tanto?
M: Porque los procesos no se pueden apresurar, porque tu tienes tus tiempos y yo los míos, porque sin tener claro en el momento por qué, muchas veces alargamos los tiempos de estancamiento. Porque salir del estancamiento implica hacerse cargo de uno mismo y elegimos el camino más largo que conduce al sufrimiento teniendo claro que no nos podremos escapar de la responsabilidad que adquirimos.
CH: ¿No volverá a ocurrir? ¿No?
M: En el ahora existe el retorno de la luz y en la medida que nos mantengamos en el ahora, la luz será eterna.
Gracias a “Ti” por recordarme que existe este espacio tan importante para mi.
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